Derecho a la información en tiempos del COVID-19 - Una clave para el ejercicio libre y tranquilo d


05 May 2020

El derecho a la información es central para que las personas jóvenes ejerzan el conjunto de sus derechos y es, además, un derecho que se debe proteger. Es central porque les permite tomar decisiones a partir de opciones, a la vez que amplía sus posibilidades de valorar a sus gobernantes y pedirles cuentas sobre el cumplimiento de sus obligaciones; de participar de la vida pública, alzando sus voces; y de incidir en lo que les interesa y les convoca. Es, por ello, un derecho clave para ampliar su poder y compromiso, que debe estar en el corazón de las acciones con impacto en la sociedad.

En relación con el derecho al trabajo en tiempos de COVID-19 el derecho a la información, entendido como el derecho a solicitar información, a informarse y a ser informada/o, adquiere gran relevancia. Primero, para que las y los jóvenes comprendan con claridad y sin alarmismo los efectos de la pandemia en su acceso al trabajo. Segundo, para que conozcan y apropien las medidas laborales que los gobiernos y otros actores están tomando, con la opción de participar en su orientación, cuestionarlas cuando lo consideren y exigir sus derechos. Y, finalmente, porque las y los jóvenes, así como sus colectivos, son parte activa tanto en la producción de información como en su difusión y, por tanto, en la activación de emociones sociales y en la generación de opinión pública.

Conscientes de nuestra responsabilidad en este escenario, desde OIJ compartimos siete criterios que pueden aportar a la protección del derecho a la información de las personas jóvenes en estos tiempos, entendiendo que se trata de un derecho clave para el ejercicio del conjunto de derechos, incluido, desde luego, el derecho al trabajo.

  1. Información transparente. Para minimizar la percepción de que lo dicho hoy podrá caducar mañana, porque el mundo parece estar funcionando a modo de ensayo y error, es importante utilizar un lenguaje directo, que evite especulaciones y confusiones, así como dar contenidos basados en la evidencia que produzcan confianza ante un panorama que es incierto. Con esta base, debemos abrir canales para escuchar a las y los jóvenes, para hacerles partícipes de lo que está sucediendo y lo que estamos haciendo. Asimismo, ser proactivos en la divulgación de información que resalte aquello que le afecta, las soluciones propuestas y las lecciones aprendidas, afirmará una relación abierta y directa.
  2. Información libre y plural. Se trata de lograr un panorama que integre diferentes visiones y opciones frente al tema que estamos abordando, incluidas las de las personas jóvenes. Esto implica que los medios de información juveniles puedan operar con tranquilidad y tengan amplia difusión, y que las y los jóvenes puedan hablar sin sentirse en riesgo. Asimismo que puedan escoger dónde buscar información, contrastar fuentes e informar a otros sin censura ni desprotección de sus derechos. Se debe recordar que el derecho a la información va de la mano con el derecho a la libre expresión.
  3. Información de calidad. No podemos subestimar la capacidad de comprensión de las y los jóvenes, ni desconocer el importante papel que tienen en la producción y difusión de información que combata los rumores, las noticias falsas y la desinformación. Por ello, de la mano con ellas y ellos, podemos enfocarnos en una información sólida, que no esconda la complejidad del mundo del trabajo y de las medidas tomadas, que aporte un sentido crítico a la lectura de la realidad y que se base en hechos y se sostenga en argumentos, no en señalamientos.
  4. Información útil y pertinente. Es fundamental que la información que brindamos a las y los jóvenes les permita decidir y actuar en un mundo de cambios, así como conocer sus derechos, exigirlos y defenderlos. Esto requiere que sea práctica, esté actualizada y responda a las necesidades de las personas jóvenes, de acuerdo con su diversidad y sus contextos vitales. Para ello, es clave que las escuchemos, también desde su diversidad, e identifiquemos los efectos diferenciales de las medidas tomadas.
  5. Información accesible. Para garantizar que la información llegue a las personas jóvenes en igualdad de condiciones con el resto de la población y a todas ellas en su diversidad, podemos usar múltiples formatos y medios e integrar un enfoque diferencial. Dado que se trata de ampliar tanto la difusión como la comprensión de la información, debemos atender la pluralidad lingüística de la región, el multiculturalismo de nuestras sociedades y las diferentes necesidades comunicacionales de la población joven. Para ello, el trabajo coordinado con agrupaciones juveniles es estratégico porque ellas pueden llegar, de forma creativa, a todos los rincones.
  6. Información justa. Este criterio integra tres apuestas. Por un lado, la fractura de estereotipos sobre las personas jóvenes que enfatizan su apatía o sobrevaloran su rol transformador, invisibilizando su diversidad. Por otro lado, el contrapeso a discursos estigmatizantes que fomentan discriminaciones, a través de una información solidaria y empática. Y, por último, la producción de información que visibilice a quienes son más vulnerables y los impactos diferenciales de las medidas tomadas.
  7. Información motivadora. Si bien no podemos ocultar los impactos negativos de la pandemia en el derecho al trabajo de las personas jóvenes, tampoco podemos dejar que la desesperanza inunde los titulares mediáticos. Mejor aportar insumos que les permitan identificar opciones reales y que les convoquen a participar en un nuevo proyecto social, en el que tienen un papel muy importante que jugar.

Sabemos que lograr que la información sea inclusiva con las y los jóvenes en el cambio de época que vivimos y en este mundo cambiante, es un enorme desafío. Por ello, nuestro llamado es a trabajar aliados, compartiendo experiencias y recursos, y siempre de la mano con las personas jóvenes. Así seremos más eficaces en la protección de su derecho a la información y en la ampliación de su poder para defender y exigir el conjunto de sus derechos.

*Nota del Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica

Este artículo es parte de la serie de blogs Empleo Decente para los Jóvenes: Derechos y Voces de la Juventud. Los blogs destacan el impacto de la pandemia COVID-19 en los jóvenes y su mundo laboral y analiza las respuestas y soluciones de política orientadas a la acción. Si desea hacer un comentario o una contribución, póngase en contacto con decentjobsforyouth@ilo.org.

Los invitamos a participar y compartir ampliamente los siguientes productos con sus colegas jóvenes, redes juveniles y jóvenes beneficiarios. Ayúdenos a asegurar que las voces, ideas y agencia de los jóvenes se pongan a la vanguardia de la acción y las respuestas de política a la pandemia. La encuesta, disponible en 17 idiomas, se puede acceder aquí.

 

RELATED RESOURCES

Organismo Internacional de Juventud para Iberoamérica

Access/download the resources in

Year of publication

05 May 2020

Type

Article

Region

Global

Countries

Global